jueves, 7 de mayo de 2015


La Taula Comuna de Urbanitzacions (TCU), propuesta por La CUP.

¿TCU qué es?

   La Taula Comuna de Urbanitzacions (TCU), antes se la conocía como Consell Municipal d'Urbanitzacions (CMU), es un acuerdo que ha propuesto la CUP, para que los firmantes adquieran un compromiso, que aparentemente demuestre que existe una preocupación por el descontento y malestar provocado por los planes de reparcelación, división poligonal, proyectos de obra y ejecución posterior del mismo. Valorado todo en unos 52,000.000 de euros y cuyo coste deben asumir los propietarios de las urbanizaciones.

   Este acuerdo pretende garantizar que los propietarios de las urbanizaciones puedan tener presencia, voz y voto en las decisiones concernientes a las obras proyectadas sobre las urbanizaciones, pero no ha conseguido el suficiente respaldo y consenso. Aun así, han decidido tirar hacia delante y excluir del mismo a los no firmantes. Por lo que carece de legitimidad representativa ya que una gran parte del territorio no se ve representado en este acuerdo.

¿Quién ha firmado?

   El acuerdo, entre la CUP y casi todos los partidos políticos que se presentan a las elecciones de 2015, (PSC, TxSC, ERC, CiU y la CUP), son los mismos que en su mayoría  nos dieron la espalda en la legislatura anterior, ahora quieren convencernos que están preocupados por el malestar de las urbanizaciones, mientras que en la legislatura anterior hicieron oídos sordos a nuestras demandas. Son los mismos que aprobaron el POUM (Pla d`Ordenació Urbanística Municipal), los mismos que nos han inscrito notas registrales (de media 30.000€), los mismos que planearon y desarrollaron los proyectos de reparcelación, con sobrecostes, con contratos a los de siempre. Ahora firman un acuerdo para preguntarnos, si queremos la obra o no; y en el caso de que realice esta, preguntarnos si queremos las farolas verdes, rosas o amarillas.

   ¿Tienen mala conciencia por obrar de espaldas al pueblo? NO
   ¿Por qué ahora se comprometen a preguntarnos? Debe ser que hay elecciones.

   Los dos partidos que han estado en la oposición la CUP, y CiU, han dado muestras que después de cuatro años escuchando, teóricamente, nuestro descontento, no han captado nuestro mensaje. De CiU, no es de extrañar pues fue el impulsor en 2005, de todo esto, de aquellos polvos hoy tenemos estos lodos. De la CUP, parece que anda más preocupada en cazar votos que en plasmar las reivindicaciones que hemos planteado, pues da muestras palpables de su desconocimiento, continuando la obra del concejal de urbanismo. La única diferencia que encontramos es que quiere que quede por escrito bajo un acuerdo, que la única validez que tiene, por incumplimiento, es la del reproche de: “eres malo, muy malo”

   También han firmado la Associació de Parcel·listes de Castellar d`Índies, que cuenta con unos 100 socios, y si no nos equivocamos, no han sido consultados por su Presidente, sobre dicho acuerdo; la Associació de Veïns de Vistamar, formada por unos 15 socios entre ellos personas que iban en las listas del Sr. Parés, ICV y que ahora cabalgan en las listas de TxSC (no confundir con la Asociación Propietarios Urb. Vistamar, 275 socios); y la Associació de Veïns i Propietaris de Can Domènec, que cuenta con unas 20 parcelas que pertenecen a Sant Cebrià.

¿Quién NO ha firmado?

   Estas son las asociaciones que no han firmado: Asociación Propietarios Urb. Vistamar y Asociación de Propietarios de Can Palau, ya que ambas creen que quien mejor defenderá sus intereses es una formación sin vinculación ideológica, a la que realmente le preocupe los problemas derivados de una gestión déspota, que ha vivido legislando en contra de sus intereses.

   Tampoco ha firmado la Agrupació Veïns Sant Cebrià. Este tipo de acuerdo únicamente puede pretender dar una falsa apariencia de consenso. Es muy ingenuo pretender que la AVSC pueda prestarse a participar en ello.

¿Por qué AVSC no está presente?

1. Desde un punto de vista legal se trata de un simple acuerdo privado. Llegado el momento, si uno de ellos no cumple con lo estipulado en ese documento, solo el resto de las partes intervinientes podrían demandarlo por “incumplimiento de contrato” (aunque no es ni siquiera un contrato).

2. Desde un punto de vista urbanístico sería más serio, como mínimo y en lugar de las pretendidas consultas, que el sistema de actuación de los Polígonos de Actuación fuera por COMPENSACIÓN. Al menos se trataría de una determinación REAL del planeamiento y mediante un procedimiento regulado. Las decisiones recaerían en la Junta (50% de los derechos mínimo) debería presentarse varias ofertas para las obras,…¿Para que inventarse lo que ya está regulado?

3. Nosotros Planteamos la desaparición de los polígonos y ejecución por contribuciones especiales. Permitiría una ejecución diferente y ajustada a la capacidad económica de los propietarios. NO PARECEN CONSCIENTES DE LO QUE SUPONE EL RECONOCIMIENTO COMO Suelo Urbano Consolidado.


Otras consideraciones

   Desde la Generalitat se plantea un enfoque distinto al tema de los déficits de urbanización. De acuerdo con el informe del Sìndic y las notas del TES (Dep Territori i sostenibilitat) la normativa actual variará. Es posible que en un futuro cercano la delimitación de Polígonos de Actuación en Suelo Urbano Consolidado no conlleve la inscripción de notas marginales en el Registro o la suspensión de licencias que tienen sentido en actuaciones de transformación urbanística económicamente rentables. Hoy por hoy no hay un marco legal adecuado y seguir con procedimientos pensados para actuaciones de transformación no funciona. Un PRIMER CRITERIO básico sería pues NO EMPEORAR LA SITUACION ACTUAL.

   El tratamiento de los déficits de urbanización debe ser el mismo para cualquier área y sería interesante plantearse cuál ha sido la responsabilidad de los Ayuntamientos para llegar a la situación actual.

Curiosidades del documento.



   Después de revisar el acuerdo resaltamos aspectos que nos han llamado mucho la atención:

1.- En el caso de que se realicen las obras tendremos la figura del Supervisor de Obras, que no necesariamente debe ser elegido por los vecinos o socios y que corresponderá a los presidentes de las asociaciones firmantes.

Se habilita la posibilidad de que el supervisor de obras no cuente con el respaldo de los vecinos o socios, queda habilitado por la TCU, pese 

Nota: Tenemos que rectificar por un error de interpretación respecto al Supervisor de obras, pues en el acuerdo de la TCU, no aparece como tal. “Treballar conjuntament entre l’Ajuntament i els representants de les entitats pròpies de les urbanitzacions sobre el calendari de les obres així com quines haurien de ser les obres prioritàries” ha sido un error de interpretación, por el que pedimos humildemente perdón. También sabemos reconocer nuestros errores, con sencillez y naturalidad. Pero que estos representantes no tenga el respaldo de sus vecinos por elección directa de estos, nos deja muchas dudas al respecto de que estos actores sean realmente válidos y legítimos.



2.-Solo se reconocerán como interlocutores los firmantes del acuerdo.

¿Y que garantías presenta el acuerdo de que estemos representados todos los afectados? NINGUNA. Solo se blindan su presencia y representación, como actores de un acuerdo que no les ha pedido nadie y que carece de valor legal. Un conejo que se ha sacado de la chistera la CUP en época electoral.

3.-Otra cuestión, a tener en cuenta, es que el representante de las urbanizaciones quede en minoría en las votaciones propuestas, los partidos podrán seguir ninguneando a los propietarios a su antojo y de poco servirá esta mesa para defender los intereses de las urbanizaciones.

   Bueno, acuerde lo que acuerde la TCU deberá respetar los derechos de los vecinos y propietarios. En un Estado de Derecho, un acuerdo privado entre parte no puede estar por encima de los derechos individuales o colectivos recogidos en leyes de rango superior. Lo contrario sería tiranía.

Conclusión.

   En realidad no es más que papel mojado, por lo que el incumplimiento por algunas de las partes, solo servirá para echárselo en cara al incumplidor, y decirle “eres malo, muy malo” y poco más, no obliga a ninguna de las partes al firme compromiso por lo que no tendría lugar denuncia, ni demanda por incumplimiento de contrato, pues ni siquiera es eso. Además no cabe la posibilidad de recurso, ni alegaciones, ni plazos para estas, contra los que defender nuestros derechos, solo paciencia y esperar 4 años más.

   Este tipo de acuerdo es una auténtica trampa, que protegerá el camino iniciado con anterioridad, ya que nuestra voz y nuestro voto queda en minoría. Facilitará el camino hacia la ejecución de las obras.

   El acuerdo parece una prolongación del trabajo realizado por el anterior concejal de urbanismo, lugar que con mucha prisa quiere ocupar el líder de la CUP, proponiendo las mismas actuaciones, bien por desconocimiento, bien por ambición personal.

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